Una supuesta ‘metedura de pata’ cibernética por parte del portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha hecho surgir las sospechas de que el político independentista cuenta con una cuenta B en Twitter que aprovecharía para elogiar su labor como representante público.
La controversia ha animado este martes las redes sociales, que han hecho notar a Rufián el error que habría cometido cuando, según parece, respondió a un presunto internauta, que utiliza el nick de Marc Fradera, desde el perfil de este usuario en vez de hacerlo desde el suyo propio. Minutos antes, desde la cuentga de Fradera se habían prodigado elogios hacia Rufián, afirmándose textualmente que “ya va siendo hora que haya más políticos de este nivel, con calma, serenidad y diciendo verdades como puños. Eres un ejemplo”.
Casi de manera instantánea, el portavoz de ERC contestó a su admirador con el siguiente texto: “Gracias, Marc. Seguimos luchando, representamos a millones de votantes”. El problema es que, posiblemente a causa de un error o una confusión, no se utilizó para la respuesta el perfil oficial como Gabriel Rufián, sino el de su incondicional seguidor, Marc Fradera.
Este internauta, cuya existencia real está siendo cuestionada por numerosos usuarios de las redes sociales, publicó su mensaje en Twitter después de que Rufián interviniese en el Congreso de los Diputados para reclamar una nueva legislación en España que permitiera que los migrantes sin papeles puedan ver regularizada su situación en el país de forma automática.
Por su parte, el líder independentista ha desmentido las acusaciones de disponer de una cuenta B en Twitter, y ha esgrimido como prueba que el presunto titular, con el nick de Marc Fradera, realizó un pantallazo del contenido de la pantalla que procedió, posteriormente, a difundir. Rufían ha destacado que esta función solo se halla al alcance del propietario de la cuenta.