"Mi objetivo es crear un negocio del que poder vivir pero también tejer alianzas entre autónomos y pequeños empresarios de Mallorca", cuenta Bozhidar, creador de mercadetbalear.es, una plataforma web con pocas horas de vida pero que aspira a vender online productos y servicios de tiendas locales de toda la isla: desde comida, ropa o utensilios hasta género de servicios que hayan tenido que cerrar, como esmalte de uñas o productos de belleza de centros de estética.
"Yo gestiono la web y hago el reparto a domicilio", explica Bogdan. Las empresas que se suman no pagan cuotas de entrada ni de mantenimiento y se pacta una comisión en función de los beneficios del establecimiento.
Algo así como un Amazon a la mallorquina, con inicios humildes pero con ganas comerse la isla. "Al final todos aspiramos a vender por esta platafarmo porque así llegas a todo el mundo, pero ¿y por qué no crearlo aquí mismo y, quién sabe, exportar nosotros?", dice.
Este ciudadano búlgaro, asentado en la isla desde hace quince años, llevaba ocho dirigiendo su propio negocio de alquiler de bicicletas y venta de productos en Cala Major hasta que explotó la crisis del coronavirus y todo se desmoronó. "Me iba bien, el único problema era el de todos: la estacionalidad". Con el Covid-19, sin embargo el problema se volvió del todo irresoluble. "Era y es todo incertidumbre, algo letal para una microempresa", afirma. "Me vi en las mismas que miles demallorquines y españoles: con el agua al cuello y sin soluciones efectivas por parte del Gobierno: sólo aplazamientos de pagos o endeudamientos", lamenta.
Y de la necesidad surgió la web que, asegura, tiene como misión social de tejer alianzas entre los pequeños y medianos empresarios de Mallorca y fortalecer lo de la tierra. "De esta crisis van a salir sólo los grandes, los pequeños tenemos que unirnos sí o sí". De hecho, en la plataforma sólo tienen cabida autónomos o microempresas legales que vienen a luchar por un futuro común. "No se aceptarán comercios incluídos en grandes superficies ni negocios que llegan para hacer el agosto y luego, en invierno, desaparecen". Un David contra Goliat comercial en plena pesadilla del Covid-19.