SOCIEDAD

"La sanidad balear ha sabido adaptarse y no ha sufrido el colapso de otras comunidades"

Manuela García Romero, presidenta del Colegio de Médicos de Baleares

Joan F. Sastre | Lunes 13 de abril de 2020

A Manuela García Romero le ha correspondido la difícil misión de presidir una institución como el Colegio de Médicos de Baleares en plena crisis sanitaria por el coronavirus. Facultativa especializada en Anestesiología y profesional adjunta de este servicio en el Hospital Universitario de Son Espases, accedió a su actual responsabilidad en septiembre de 2018, después de una larga etapa como secretaria general de la institución colegial. Es la primera mujer que se halla al frente de la entidad que representa a todos los médicos de las islas.



¿Qué visión tiene el Colegio de Médicos que usted preside de la actual crisis sanitaria y de su repercusión en Baleares?

Son momentos muy difíciles. Tenemos que enfrentarnos a la pandemia por coronavirus Covid-19, que ha puesto de manifiesto el alto nivel de profesionalismo, dedicación y compromiso de los médicos de Baleares ante sus pacientes y la ciudadanía. Compañeros y compañeras que dan todo lo mejor de sí para nuestros pacientes, en muchas ocasiones con jornadas agotadoras y en situaciones de precariedad. Por lo tanto, en Baleares, han quedado reflejados la competencia, el tiempo, la vocación y el sacrificio que merece el máximo reconocimiento para todo el personal sanitario en general. y de la profesión médica en particular.

Nos estamos enfrentando a una pandemia para la que no estábamos preparados, ya que otras epidemias, como el primer SARS o la gripe aviar, llegaron muy atenuadas a Europa. Ante esta pandemia estábamos confiados, porque estábamos escuchando que no era más que una gripe. Sin embargo, está claro que no ha sido así. El virus tiene una capacidad de trasmisión muy elevada, los casos asintomáticos son muy numerosos y con capacidad de contagiar, y esto ha llevado a una fase de contagio comunitario y a colapsar los servicios sanitarios de algunas comunidades autónomas, donde se ha producido un elevado número de casos en muy poco tiempo.

En Baleares no ha sido así. El sistema sanitario ha sido capaz de ir adaptando sus necesidades a las demandas y, hasta el momento actual, no se ha producido una situación de colapso. Sin embargo, aún nos queda esperar a ver la evolución y confiar en que no se colapsen las unidades de cuidados intensivos.

No estábamos preparados para esta pandemia, porque las otras alarmas, como la gripe aviar, llegaron muy atenuadas a Europa

A partir de los datos de que dispone, ¿es optimista respecto a la evolución de la pandemia en las próximas semanas?

Con los datos actuales, creo que empieza a vislumbrarse el final, o, al menos, podemos ser más optimistas en cuanto al crecimiento de la curva, ya que parece que se va enlenteciendo. Según los estudios del Instituto de Salud Carlos III, basados en modelos matemáticos, en Balears la epidemia podría estar disminuyendo. Esperemos que los cálculos sean correctos. Nos quedan días difíciles todavía.

¿Comparte la afirmación de que los médicos han tenido que ir a esta guerra sin las armas adecuadas, en referencia a la falta de material y de dispositivos de protección con que están teniendo que desarrollar su tarea?

Muchos compañeros y compañeras se han visto obligados a tratar a los pacientes sin los medios adecuados de protección personal, con un grado de exposición muy importante, como demuestra el hecho de que en España el número de profesionales sanitarios infectados está muy por encima de la media europea, alcanzando el 15 por ciento.

Deberíamos haber contado, desde el primer momento, con equipos de protección individual (EPI), y los test deberían haberse realizado de forma periódica e inmediata, independientemente de los síntomas o la exposición a casos sospechosos o confirmados, ya que no sólo nos exponemos a nosotros mismos, sino también a los pacientes que tratamos siendo vectores de la enfermedad.

Estamos asistiendo desde hace dos semanas a los primeros fallecimientos por esta infección de compañeros y compañeras, todos dolorosos, pero especialmente dolorosos cuando se han producido en el ejercicio de su profesión y sin las medidas de seguridad necesarias.

Desde el inicio de la epidemia, los profesionales sanitarios deberíamos haber contado con equipos de protección individual

¿Considera que el Gobierno español está realizando una gestión correcta de la crisis, o piensa que hay aspectos concretos que deberían mejorarse?

Creo que se ha ido siempre por detrás en esta carrera de fondo contra el virus. Las medidas de prevención en la primera fase de identificar, aislar enfermos y el control de contactos fue, desde mi punto de vista, correcta. Cuando se inició la trasmisión comunitaria, las medidas de confinamiento, la adquisición de material, incluidos los test diagnósticos, no se realizaron a la velocidad adecuada. Y en muchas comunidades autónomas se llegó al colapso del sistema sanitario muy rápidamente.

Luego, creemos que nuestros médicos residentes deben ser contratados como adjuntos y no ser prorrogados en su formación. Se lo han ganado con trabajo y sacrificio, del mismo modo que la homologación de títulos de medicina extranjeros debe realizarse con las mismas garantías de seguridad para el ciudadano, como se llevan a cabo actualmente, a pesar de hacerlo con mayor celeridad.

Ha sido una carrera de fondo contra el virus en la que siempre hemos ido por detrás

¿Cuál ha sido el nivel de coordinación entre el Comib y el Govern autonómico en el transcurso de esta crisis, y en qué acciones y propuestas se ha concretado?

Desde el Comib nos pusimos a disposición de la Conselleria de Salut desde el primer momento, para ayudar en lo que se necesitase, porque pensamos que son tiempos para estar unidos y dar un mensaje de confianza, serenidad y prudencia. Me gustaría señalar que los Colegios de Médicos fuimos los primeros en llamar a la protección de los facultativos, por nosotros y por nuestros pacientes, y cerramos todas las actividades formativas aconsejando a nuestros colegiados que no asistieran a congresos.

Nuestra institución, previniendo la posibilidad de que se necesitaran médicos, hicimos un llamamiento al personal que no realizaba actividad asistencial en estos momentos, así como a los médicos jubilados, y se demostró una vez más la solidaridad de nuestro colectivo, ya que hemos obtenido 270 adhesiones. Esta cifra engloba a estudiantes de medicina de último año, grados en medicina pendientes de escoger su plaza MIR estos años, y médicos jubilados. A todos ellos los colegiamos gratuitamente y nuestra aseguradora Sham asumió el coste del seguro de Responsabilidad Civil. Una vez finalizados los trámites, entregamos la lista de voluntarios a la Conselleria de Salut para su contratación.

Por otra parte, hemos recogido material sanitario en nuestras sedes, de diferentes movimientos, tanto sociales como profesionales. Continuamos estando disponibles para lo que necesiten.

Estos son tiempos para trabajar unidos. Por eso nos pusimos desde el primer momento a disposición de la Conselleria de Salut

¿A partir de qué actuaciones está protegiendo y ayudando el Comib a sus colegiados en esta crisis sanitaria?

Ofrecemos a todos los colegiados un canal de información y consultas sobre la evolución de la pandemia del coronavirus, con el objetivo de que los colegiados y colegiadas puedan consultar sus dudas, de tipo médico y asistencial, o aquellas otras que pudieran surgir dada la situación excepcional derivada del Covid-19, a través del correo covid19@comib.com .

Somos conscientes de que los profesionales de la medicina nos vamos a enfrentar, entre otros, a retos como la elevada demanda asistencial, el riesgo de infección, el trabajo con equipos insuficientes e incómodos, gran estrés en las zonas de atención directa, y exposición al desconsuelo de las familias. Por esta razón, el Comib, siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Española de Psiquiatría, ha decidido poner a disposición de los médicos colegiados un servicio gratuito de telesoporte psicológico directo (presencial y/o por videollamada), dirigido especialmente a los médicos de Baleares en situación de aislamiento o que presentan malestar emocional debido a la actual crisis sanitaria, provocada por la pandemia del Covid-19.

Por otra parte, esta crisis está, también, teniendo un alto impacto en el sector de la medicina privada y, en concreto, en las consultas y centros de titularidad privada. Hemos informado sobre las medidas, recomendaciones sanitarias y de los protocolos asistenciales específicos para evitar el contagio y la propagación del virus, que incluyen la necesaria protección de los profesionales y de los pacientes. La prioridad es asesorar en las dudas que pudieran aparecer en el ámbito económico, empresarial y laboral.

Los profesionales de la medicina nos vamos a enfrentar a retos como el riesgo de infección, los equipos insuficientes y la elevada demanda asistencial

El esfuerzo del personal sanitario está siendo reconocido diariamente por los ciudadanos a través del aplauso unánime desde balcones y terrazas. ¿Qué sienten los profesionales cuando son partícipes de este homenaje colectivo?

Para nosotros es muy importante en estos momentos las muestras de apoyo y cariño de nuestros ciudadanos. Su aportación es esencial en el control de la epidemia, y por eso nosotros también les aplaudimos. Demuestran un gran deseo colaborar con sus muestras de solidaridad y con iniciativas que emocionan. También queremos agradecer la colaboración estrecha que los interlocutores sanitarios de la policía nacional y guardia civil mantienen con el Colegio. Es un esfuerzo de todos, pero los ciudadanos están siendo modélicos en su capacidad de respetar el confinamiento, y recurrir a los servicios de Atención Primaria y Urgencias en la forma debida.

La aportación de los ciudadanos es esencial en esta epidemia. Ellos nos aplauden, pero nosotros también les aplaudimos a ellos

¿Cuál es su valoración acerca de la implicación de la sanidad privada balear en esta situación de alarma sanitaria?

La sanidad privada se ha puesto a disposición de la Conselleria de Salut desde el primer momento, como corresponde en esta situación de alarma sanitaria. Su colaboración y contribución han sido totales, ya que están atendiendo a un número importante de pacientes covid positivos, con ingresos hospitalarios en planta o aquellos que han requerido cuidados intensivos, y lo están haciendo con calidad, ilusión y disposición. Queda así demostrado que la dedicación y el compromiso de los médicos de Baleares es independiente del ejercicio público o privado de su profesión.

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