OPINIÓN

Así lo he querido yo

Miguel Lázaro | Jueves 02 de abril de 2020

Recordar , no solo es volver al pasado , ya que es una gran oportunidad para construir un relato diferente que siempre conllevara un archivo emocional distinto en el que siempre quepa una dosis de autocompasión y rescate de uno mismo , que nos permitirá viajar más ligeros , el resto de nuestra biografía.

¿ Con cuantos sesgos narrativos, nos contamos experiencias , que hemos vivido y que siguen impregnadas de rencor, culpa y resentimiento?

No elegimos , nuestro genoma ni nuestro ambioma y cuando somos niños, somos como esponjas que absorbemos todo Nuestra dependencia es absoluta.

Cuando vamos creciendo, una vez superados los francotiradores de la emboscada y reto que supone la adolescencia, vamos adquiriendo la capacidad de responsabilizarnos y de tomar decisiones , que a modo de mojones constituirán el rastro de nuestra biografía.

Cuantas veces, cojemos atajos que nos llevan a calles sin salida y que nos obligan a desandar el camino y retomar otras rutas. Ese es el aprendizaje duro y muchas veces costoso al que estamos abocados , para confirmarnos que no meamos colonia. Ensayo y error como motores del aprendizaje. No hay otra.

El exceso de confianza, y actitudes omnipotentes y arrogantes que delatan desinterés hacia cualquier tipo de incorporación de información, sobre todo en la juventud, marcan nuestros mojones.

Viene bien, muchas veces para conciliarnos con nuestro pasado y resignificarlo -eso que a veces es un tarea dolorosa psicológicamente-, utilizar la formula cognitiva de “así lo quise yo" en vez del “así fue".

Esto nos permitirá re-convertir el estatus quejorreico y de revictimización en el de actores de nuestra vida.

Madurar es una guerra que dura toda nuestra vida: es des-idealizarnos a nosotros y a los demás, es asumir que no cagamos perlas, que somos protagonistas de la película de nuestra vida, de nuestras desgracias, de nuestra estupidez, de nuestras victorias pírricas , de nuestro egoísmo , de nuestra autocomplacencia que se basa en una combinación de subestimación de la realidad y de nuestra tolerancia al error , de nuestra bondad, de nuestra solidaridad y de nuestros fracasos.

Esta crisis , es una gran oportunidad para darnos cuenta de nuestra fragilidad. Debemos renunciar a la creencia de que la vida controlada existe y optar porque , el control de nuestra vida es asumir nuestro protagonismo directo y nuestra absoluta responsabilidad en el diseño de la misma.

Claro que el contexto determina y nos determina, pero , nosotros somos los que conjugamos el ASI LO QUISE Y ASI , LO QUIERO YO.

Dime que hogar te has construido y te diré como te adaptas al confinamiento.

Darle a la gente una oportunidad no es solo algo moral. También es lo más inteligente.

Recuerden que el que tiene un porque es capaz de soportar cualquier como.

Es decir, darle sentido a lo que estamos viviendo y la fortaleza y calidad de nuestros vínculos es la base de la resiliencia.

No estamos confinados porque lo diga el Gobierno , sino porque nosotros lo estamos eligiendo .

Es clave , renunciar a la quejorrea lacrimógena y moqueante porque , también se contagia a todos.

Ah y ya saben: aun, aquí y ahora en derrota transitoria pero nunca en doma.

Mi memoria y mi agradecimiento a todos ustedes.


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