SOCIEDAD

Algunas farmacias denuncian que son vetadas a la hora de recibir mascarillas, geles y alcoholes

Alfredo Pulido | Sábado 28 de marzo de 2020

Indignación entre algunos farmacéuticos de las Islas que se sienten discriminados después de que la Cooperativa d’Apotecaris les haya comunicado que no pueden adquirir mascarillas, alcohol o geles hidroalcohólicos para sus establecimientos, un extremo, el de la discriminación, que rechaza la Cooperativa.



En declaraciones a mallorcadiario.com, Miguel Ángel Gallardo, propietario de una farmacia en Palma, ha explicado que la Cooperativa (que aglutina entre una 70 y 80 por ciento de la cuota de mercado en Baleares) hizo pública una circular informando del reparto de este tipo de materiales a las farmacias asociadas aunque no a todas: “Justificó la no distribución de estos productos a algunas de ellas alegando que no les corresponde por el tipo de farmacia”, explica el farmacéutico afectado.

Gallardo asegura que cuando la cooperativa habla de “tipo de farmacia” se refiere al volumen de compras que realizas a la Cooperativa: “Está claro que si no les compras mucho no existes” y añade: “Yo ya tuve problemas tiempo atrás por un tema similar así que no me quedó otra solución que acudir a otros proveedores pero aun así, como miembro de la cooperativa siempre les he seguido comprando”.

En la presente situación de emergencia, el hecho de que unas farmacias puedan disponer de ese material, y otras no, “es discriminatorio” afirma Gallardo: “En estos momentos hay mucha gente que acude a las farmacias para adquirir alcohol, geles y mascarillas y que a nosotros no nos llegan porque la Cooperativa reparte ese material entre quienes ellos eligen”.

Y es justamente esa ‘selección de farmacias’ lo que denuncia Miguel Ángel ya que considera que ello perjudica gravemente a los ciudadanos: “Han de saber que en función de dónde vivan, podrán o no tener acceso a estos bienes. Las farmacias con menor volumen de compras o díscolas con la Cooperativa lo tendrán mucho más difícil”.

LA COOPERATIVA D’APOTECARIS NIEGA CUALQUIER INTENCIONALIDAD DISCRIMINATORIA

Como ya se ha indicado, la Cooperativa d’Apotecaris, conformada por unos 400 propietarios de farmacias de las Islas que se suministran a sí mismos y reparten el material acorde lo han aprobado sus miembros, ha rechazado cualquier intencionalidad discriminatoria a la hora de suministrar productos con stock limitado a las farmacias: “No hay discriminación, en absoluto, sólo un ejercicio razonable de nuestra capacidad de suministros, que nos lleva a priorizar el envío de estos productos racionados a nuestros socios cooperativistas que dependen casi de forma exclusiva de nuestro servicio y, en segundo lugar -nunca quedan del todo desabastecidas-, atendemos a aquellas farmacias que sólo realizan compras puntuales a nuestra entidad, cuando por imperativo de los estatutos deberían efectuar un volumen mínimo de sus compras a la Cooperativa”, aseguran.

De hecho, la Cooperativa considera que es la farmacia quien incumple sus obligaciones pues “únicamente acude a nosotros cuando los demás proveedores no pueden o no quieren suministrarles, sin descartar otras posibles motivaciones, como puede ser hacer acopio de estos productos racionados acudiendo a varios proveedores simultáneamente”.

Y lamenta que tales acusaciones “que pueden generar una alarma injustificada entre los propios farmacéuticos, se realicen precisamente en un momento de emergencia sanitaria como el actual, cuando la distribución farmacéutica y todo el sector de la farmacia están redoblando esfuerzos para atender las necesidades asistenciales del conjunto de sus usuarios con eficacia y sentido de la responsabilidad”

NO HAY LEY QUE OBLIGUE

Desde la Cooperativa también recuerdan que a día de hoy no hay ninguna ley o decreto que obligue a repartir de forma equitativa el material entre las farmacias: “De hecho, podría suceder entonces que tuviéramos que enviar material a farmacias que no nos lo pidieran porque o no lo necesitan, o se suministran con otros”.

Gallardo

, por su parte, asegura que estaría de acuerdo “en un reparto real de mínimos pero no en una discriminación en la que no me corresponda nada visto, además, que en su momento fue una oferta general a todos los socios. Esta prohibición implica que mis pacientes no tengan acceso a este tipo de material. Lo considero para ellos un perjuicio. Me consideraba un cooperativista más y como tal, con unos mínimos derechos. Para tener que buscarme otros distribuidores, como me proponen, me doy de baja por el bien de mis pacientes.”

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