El Gobierno español ha cursado una petición a la OTAN, a través del Centro Euroatlántico de Coordinación de Respuesta a Desastres (EADRCC), para que le conceda ayuda operativa y estratégica con el objetivo de afrontar con mayores garantías de éxito la amenaza que supone la ola expansiva del COVID-19.
En concreto, España ha solicitado el envío de material médico y asistencial, consistentes en medio millón de tests para la realización de la prueba rápida del coronavirus, 450.000 respiradores, 5.000 protectores faciales, 150.000 batas desechables, 10.000 gafas protectoras, 1,5 millones de mascarillas quirúrquicas, 1.000 termómetros de radiación infrarroja, 120.000 guantes de nitrilo, 50.000 pruebas diagnósticas de reacción en cadena de polimerasa y 500 ventiladores mecánicos.
De esta manera, el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez espera surtir de mejores medios al personal médico y sanitario en la lucha contra la pandemia, y acallar las voces críticas que reprochan al Gobierno su lentitud en la llegada de este tipo de material y la falta de protección efectiva y suficiente de los profesionales durante el desarrollo de su tarea asistencial.