Mallorca está de luto por la muerte, este viernes por la tarde, de una de las figuras más emblemáticas de la cultura popular de la isla: Bartomeu Barceló Quetglas, más conocido como Tolo Güell, ha fallecido a los 79 años de edad, en el centro hospitalario en el que permanecía ingresado desde hacía dos meses a causa del cuadro pluripatológico que presentaba.
La familia de Tolo Güell ha remitido una nota a los medios de comunicación para dar a conocer la triste noticia e informar de que, a causa de la declaración del estado de alarma, tanto el funeral como el entierro se celebrarán en la más estricta intimidad. Sin embargo, una vez que se levanten las actuales restricciones, tendrá lugar un acto público, organizado por el Grup Güell, en el que se rendirá homenaje a uno de los personajes más populares y carismáticos de las últimas décadas en Mallorca.
Impulsor de la 'Marxa des Güell a Lluc a Peu', cuya primera edición tuvo lugar en 1974, y propietario, durante muchos años, de una de las cafeterías más concurridas de Palma, el Bar Güell, Bartomeu Barceló deja atrás el inconmensurable legado de una vida dedicada al compromiso colectivo y al fomento de las tradiciones y la historia de Mallorca.
Sin embargo, la 'Marxa', que tras un año de interrupción, en 2019, tiene asegurada su continuidad gracias a la labor de los actuales integrantes del Grup Güell, no fue la única aportación al patrimonio cultural de la isla que efectuó Bartomeu Barceló a lo largo de su prolífico y diverso recorrido vital. Su entusiasmo y su capacidad organizativa estuvieron también detrás de citas multitudinarias tan importantes como la Rua de Palma, la Diada Ciclista de Sant Sebastià, la Festa Agrícola de Son Ferriol, las Beneïdes de Sant Antoni, o carreras populares como la Inca-Palma, la Valldemossa-Palma o la maratón de Calvià.
A su vez, formó parte de incontables asociaciones y entidades culturales, ciudadanas y deportivas, abarcando actividades tan diferentes como la pesca, el baloncesto, los dardos, las reivindicaciones vecinales en Son Canals y es Hostalets, y la defensa de los derechos de las mascotas a través de su apoyo a la Sociedad Protectora de Animales y Plantas.
Aficionado incondicional del Real Mallorca, cuyo retorno a Primera División ha podido disfrutar en sus últimos meses de vida, Tolo Güell ha recibido numerosos honores y distinciones a lo largo de su trayectoria pública, como el Premi Ramon Llull que se le concedió en 2004, el reconocimiento otorgado por la Unión de Periodistas de España y el galardón especial que le concedió el Govern autonómico en 1984 por su contribución al deporte popular.