Lo peor, además, aún está por venir. Shane Fitzsimmons, portavoz del Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, ha advertido que las "volátiles" condiciones podrían intensificar los incendios.
El sábado, los incendios fuera de control en la costa este han dejado a miles de hogares sin luz ni electricidad, mientras que en el oeste avanza imparable arrasando todo a su paso.