En su intervención, que se ha prolongado hasta las 10:52, Pedro Sánchez ha agradecido a la ciudadanía su paciencia y su compromiso con la democracia tras dos elecciones generales y otros tres procesos en las urnas celebrados en el último año, y también a los socialistas por arroparle.
Sánchez ha explicado que los ejes de su Gobierno girarán en torno a estos cuatro valores: la Justicía Social, defensa de los servicios públicos, libertad y cohesión territorial, todo ello dentro de un marco de diálogo pero de forma "activa, ejecutiva y resuelta".
El candidato ha asegurado que para resolver el "conflicto catalán" la Ley "por sí sola no basta" y ha defendido el diálogo "dentro de la Constitución" para "superar la deriva judicial" que, ha dicho, "tanto dolor ha causado en la sociedad catalana y española" y de la que culpa a los populares.
Sánchez ha anunciado la mesa de diálogo bilateral que ha pactado con ERC asumiendo así parte de las demandas de los independentistas catalanes, como también ha hecho al denominar "conflicto político" a la crisis en Cataluña pero no ha mencionado la consulta pactada con el partido de Oriol Junqueras: “Crearemos una mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno de España y el Gobierno catalán" ha anunciado al término de su primera intervención.
El objetivo, ha dicho, es "debatir dentro del marco constitucional" y poner fin a la "confrontación territorial”.
También ha pasado de puntillas por el acuerdo alcanzado con el PNV para que este partido le preste seis votos en la investidura, limitándose a a decir que colaborará con el Gobierno vasco para transferir las competencias pendientes y también para renovar el Estatuto vasco, eso sí, "siempre dentro del marco constitucional".
A lo que no ha hecho referencia, sin embarog, ha sido a los cambios legales para adecuar la estructura del Estado que ha incluido en el pacto del PSOE con el PNV y que ninguno de los dos partidos ha especificado aún.
En su discurso, el candidato socialista ha dejado clara su apuesta por la "descentralización territorial" y ha mencionado la "España federal" dentro de una "Europa federal" y ha anunciado su intención de llevar a cabo una "clarificación" de las competencias entre el Estado y las autonomías, así como su participación en las decisiones del Estado y de éste en las decisiones de las comunidades autónomas que afecten al interés general.
Además, Sánchez ha dedicado una gran parte de su discurso en materia territorial a defender el diálogo con Cataluña que parta del "reconocimiento del otro" y de la "atención a sus razones" porque en su opinión, no hay otra forma de "resolver" este contencioso: “No hay otra vía que a través de un diálogo que se desarrolle dentro de la Ley. La ley por sí sola tampoco basta. La Ley es la condición, el diálogo es el camino". Ha propuesto "retomar la única vía posible", la de la política, el diálogo, la negociación y el pacto, "amparado" ha dicho, por "nuestra Constitución" aunque no ha citado en ningún momento la consulta que ha pactado con ERC para que los independentistas catalanes permitan su investidura, limitándose a insistir en que el diálogo político debe retomarse en el punto en que que los caminos se separaron y las razones y los argumentos dejaron de escucharse y los "agravios comenzaron a acumularse".
Su propuesta es "retomar la senda de la política, dejando atrás la judicialización del conflicto".
De hecho, Pedro Sánchez ha culpado de esa judicialización y de la crisis catalana al Gobierno de Mariano Rajoy asegurando que se trata de una "crisis heredada que asume con lealtad institucional" para devolverla a la política "dejando atrás la judicialización que tanto dolor y fractura ha causado en la socieda catalana y española y ha apelado apelado a la "responsabilidad" de todos los partidos presentes en el Parlamento de "arrimar el hombro para reconstruir la cohesión dañada".
Algo que considera que se debe hacer en torno a propuesta de "España diversa que se enriquece en la pluralidad de sus identidades, lenguas, culturas y personas". El candidato socialista ha defendido que en España no existe un único modo de vivir la identidad nacional y que ello se recoge en el artículo 2 de la Carta Magna.
“Los sentimientos no pueden imponerse por la fuerza", ha asegurado para añadir que la "clave" de la cohesión consiste en "compatibilizar sentimientos diversos bajo unas mismas reglas de respeto" y ha dicho que hay un amplio sector de la población catalana que tiene un sentimiento de "agravio" respecto de las instituciones centrales, que no siente reconocida y respetada su personalidad.
Pero ha reconocido también que existe otro sector igualmente amplio de la población catalana que se siente "ignorado o tratado injustamente" por las instituciones de su propia tierra. Y además, en otros puntos de España, ha recordado el "rechazo" a las acusaciones que vierten algunos líderes independentistas sobre la España Constitucional.
Sánchez ha dicho que se incluye entre estos últimos y ha añadido que todos estos sentimientos pueden tener "mayor o menor fundamento racional", pero los considera "innegables" y además, cree que se trata del resultado de la "incapacidad política y el abandono de anteriores Gobiernos" de la vía política para resolver un conflicto que, ha recalcado, es "político".
También ha insistido en que los sentimientos "ni se imponen, ni se prohíben" y que la solución no llega por imponer una percepción sobre otra, sino por un "cambio de ambas percepciones". El candidato socialista ha lamentado que durante demasiados años se hayan estado consumiendo las energías colectivas en tensiones políticas que tienen que ver con la vertebración del modelo de convivencia. Algo que se debe "corregir". Un problema “largamente larvado" y por ello ha apostado por resolverlo con "paciencia y constancia, templanza y responsabilidad, generosidad y empatía".
La defensa del diálogo para resolver el tema de Cataluña ha venido precedida de una defensa del PSOE por parte de Pedro Sánchez, quien ha recordado que representa a un partido con 140 años de vida: “Un partido español, formado por compatriotas". Afirmación que ha provocado una ola de abucheos de la bancada de la derecha: "Sí, lo repito, un partido español".
Sánchez ha explicado que el PSOE ha contribuido “con aciertos y con errores”, a mejorar la vida de la sociedad y ha advertido a los partidos de derechas de que se equivocan al poner en duda el compromiso del PSOE con España. Ha destacado que al PSOE le ha correspondido la formación del Gobierno por la voluntad de los españoles, que asumen el reto a pesar de las "zancadillas de la derecha" y les ha culpado de esperar a que sean otros los que aporten la solución: "No es nuestra historia, ha sido nuestro empeño tras elecciones 10 de noviembre", ha recalcado.
En otro orden de cosas, Sánchez ha defendido la necesidad de derogar la reforma laboral y ha asegurado que existe "consenso sobre las cuestiones que tienen que ser derogadas" sobre esta reforma y "una mayoría parlamentaria que pueda garantizar esas modificaciones".
Sánchez intenta lograr los apoyos necesarios para convertirse en presidente y busca para ello el apoyo de independentistas, nacionalistas y regionalistas.
El candidato se ha comprometido a promover la participación de las comunidades autónomas en las decisiones del Estado "y del Estado en las actuaciones autonómicas cuando esté afectado el interés general".
En su intervención en el debate de investidura en el Congreso, Sánchez ha afirmado que esta legislatura se van a mejorar los mecanismos de colaboración institucional con todas las comunidades y ha exigido "más eficiencia, más claridad y más concreción en el reparto competencial" porque ello redundará "en menos conflicto y más claridad".
Sánchez ha enmarcado estas propuestas en una legislatura de diálogo en general "y de diálogo territorial en particular".
Respecto a Cataluña, Sánchez ha insistido en impulsar las mesas de diálogo en el ámbito de Cataluña y entre el Gobierno de España y la Generalitat y siempre, ha dejado claro, "dentro del marco constitucional. Será una prioridad absoluta".
"No podemos asumir la herida territorial como una dolencia crónica destinada a pasar de generación en generación", ha dicho.
El candidato a la investidura ha querido dejar claro que la España de las autonomías es "una realidad incuestionable y consolidada que no admite marcha atrás".
Sánchez también ha aludido al País Vasco y se ha comprometido a colaborar con el Gobierno de Euskadi en el cumplimiento de las transferencias pendientes del actual Estatuto, "y en la renovación que del mismo quiera hacer el Parlamento vasco".
El candidato ha puesto en valor el modelo autonómico y, por ende, ha considerado que el camino "no puede ser el de la involución" sino el de la mejora, la reforma y la actualización del sistema.
Ha insistido en la constitución formal de las conferencias de presidentes con carácter anual y se ha comprometido a mejorar esta legislatura la financiación autonómica y local.
Sánchez ha admitido que las comunidades necesitan la "actualización" de los modelos de financiación autonómica y local ha garantizado que, si gobierna, lo hará "sin más dilación".
Cada grupo parlamentario dispondrá de 43 minutos de intervención: 30 de discurso inicial, 10 de réplica y 3 de contrarréplica. Finalizado el discurso de Sánchez, se ha producido un receso y será Casado quien tome la palabra.