OPINIÓN

2020 o el asesinato de Montesquieu

Santiago Fiol | Martes 31 de diciembre de 2019

Este año que entra, esta década que iniciamos, veremos uno de los crímenes al que jamás se deberían haber prestado las instituciones políticas, el asesinato de Montesquieu, del que erróneamente Alfonso Guerra certificó hace muchos años su muerte. La gran aportación de dicho Monsieur a la ciencia política fue la separación de poderes; separación de poderes que se puso negro sobre blanco en la Constitución de 1978 y que nos ha brindado la mayor etapa de paz en democracia.

Estos primeros días del año veremos como poder judicial y ejecutivo se mezclan y pactan y resuelven a la carta lo que el señorito de turno ordena; el legislativo ya hace demasiados años que está integrado en el ejecutivo y no es más que su palmero. La aportación al país de los padres de la patria nunca había sido tan pobre y tan insignificante a efectos prácticos. El Presidente en funciones se ha mostrado como un estalinista converso y ha pasado a cuchillo a cuantos se le han enfrentado; De Sánchez es la mano que asesina a Montesquieu frente a la algarabía de sus conmilitones. Incluso un cuerpo tan respetado como el de Abogados del Estado se ha plegado al interino y ha renunciado a su independencia para ser Abogados del Gobierno.

No es que el fin justifique los medios como dijo Maquiavelo, padre de la ciencia política moderna, es que el fin es el poder por el poder, por el sillón y por la moqueta, hasta el punto que una muerta de hambre neocomunista y populista no llega a fin de mes con sesenta mil euros anuales de ingresos.

¿Qué analista de riesgo de cualquier banco daría el crédito a unos chicos de Vallecas (con todo el respeto al barrio) que apenas han trabajado para comprar un chalé en Galapagar? Eso es poder.

Como es poder que un juez de instrucción y un fiscal que lo apoya decidan enviar a prisión a inocentes para ablandarlos; también es poder que la Audiencia Provincial confirmase esa prisiones provisionales dando unánimemente la razón al juez de instrucción y despreciando los argumentos de las defensas, ¿Dónde están ahora los poderosos que a pies juntillas apoyaban al juez Penalva y confirmaban prisiones? Quizás alguna responsabilidad tienen pues tuvieron en sus manos las actuaciones y las dieron por buenas. Eso también es poder.

Pero saben, lo mejor del año que despedimos, es que mi Club, el Club Nàutic S’Arenal ha obtenido más de sesenta pódiums internacionales; en España ningún otro club de ningún otro deporte lo ha conseguido, como tampoco en Europa, hoy por hoy soy socio del mejor club de vela de Europa y eso me hace feliz.

Mis mejores deseos en el próximo año y década que en nada iniciamos, la mayor felicidad y salud para todos y, no pretendo ser agorero, pero el veinte veinte viene movidito. Agárrense que vienen curvas. Que pasen un gran dia de l’Estendard.


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