Día 24 de diciembre, son las 7h y mi marido y yo ya estamos yendo a buscar los últimos regalos y compras para estos días. A las 8,30h me entran unas ganas locas de empezar la Navidad con unos churros con Chocolate y recuerdo un lugar en Palma en Cardenal Rosell donde los hacían buenísimos, «Casa Iván» y nos dirigimos allí.
En 1 minuto nos atienda una chica muy agradable que nos recomienda pedir una ración sola porque 2 sería mucho y en 3 minutos y’a lo tenemos encima de la mesa, con sus vasitos de agua, que no puede faltar, una gran sonrisa y mucha amabilidad.
La camarera nos cuenta que trabajan de 6 h de ls mañana a 3 h de la madrugada sin parar y que sirven todo tipo de comida rápida también.
Hoy día de Navidad cerrarán a la 13 h, ¿se lo tienen ganado no?
Y Uds se preguntarán porque les cuento esta historia, ¿verdad?, pues bien, porque lo realmente sorprendente es encontrar a esta simpática y profesional mujer a esas horas con esa sonrisa y deseándonos lo mejor para el 2020.
Ese simple acto se está chica nos hace tener un gran día, recordar lo afortunados que somos y que todavía queda gente maravillosa en el mundo, con ganas de agradar a los demás, de ayudar y de hacer bien su trabajo.
Esto no nos debería de sorprender pero desgraciadamente si nos sorprende tristemente porque no es lo habitual, sino algo circunstancial.
Por eso hoy día de Navidad quiero agradecerle a esta chica, su esfuerzo de profesionalidad que hace que el día de muchas personas sea mucho más dulce.
Con persona de este calor humano, todavía nos queda esperanza de un mundo y con actos tan simples como estos yo no pierdo la fe de una transformación de nuestra sociedad hacia otra mejor.
Muchas gracias a todo el personal de Casa Iván y Felices Fiestas a todos.