OPINIÓN

Un margen de confianza para la EMT

Opinión mallorcadiario.com

Francesca Jaume | Lunes 23 de diciembre de 2019

Raras veces no se necesita un período de adaptación ante los cambios. Las novedades introducidas por parte de la dirección de la Empresa Municipal de Transportes de Palma (EMT) han sido blanco de críticas por parte de usuarios y empresarios, sin esperar un tiempo prudencial de margen para ver si éstas significan a la larga una mejora del servicio. Ello recuerda a la oposición vecinal que suelen recibir los consistorios cada vez que deciden peatonalizar una calle, pero que a la larga suele ser beneficiosa y agradecida.

En el caso concreto de la EMT, era y es más que necesario llevar a cabo cambios operativos, sobre todo en cuanto a la conjugación del cumplimiento de frecuencias con los descansos preceptivos de los conductores. Hay cuestiones que los usuarios no tiene en cuenta a la hora de valorar el management del servicio, pero que es necesario que los gestores sí tengan en cuenta. Un ejemplo muy claro: entre ruta y ruta los choferes han de disponer de un margen de unos diez minutos para dirigirse a un lugar de restauración para poder hacer algo tan humano como un pis. La sobreexplotación de los conductores sólo conlleva malos resultados: bajada del rendimiento y peor atención a los usuarios.

Por lo tanto, es necesario establecer unas frecuencias posibilistas que tengan en cuenta que al volante de un bus está una persona (con las mismas funciones vitales que las demás) así como también el tráfico que se encuentran por las calles de Ciutat, por muy vías preferentes para los buses que existan.

Probablemente a los cambios realizados ahora se le tendrán que suceder otros, unos para limar algunas problemáticas creadas con las recientes novedades y otros en salvaguarda del cumplimiento de la legalidad laboral. Sin embargo, bueno es que no se haya adoptado la posición de cronificar los problemas y mirar hacia otro lado.

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