"Que los niños de familias vulnerables tengan un plato sobre la mesa cada día". Esta es la prioridad que la Federació d'Associacions de Famílies d'Alumnes de Mallorca (FAPA) plantea al Govern autonómico después de que la Conselleria de Educació, Universitat i Recerca haya dejado fuera de las ayudas de comedor del presente curso escolar a más de 3.000 familias, concretamente 3.033.
Así lo ha afirmado, en declaraciones a mallorcadiario.com, el presidente de FAPA Mallorca, Albert Lobo, quien ha advertido que las familias a las que no se ha concedido la ayuda "son hogares objetivamente situados en los indicadores de pobreza estipulados como tales por parte de la Unión Europea", que constituyen, de hecho, los registros que utiliza la comisión evaluadora de estas ayudas para determinar la puntuación otorgada a cada una de las solicitudes. Como indica Lobo, "aunque la Conselleria haya excluido a estas familias alegando falta de puntuación, la realidad es que por baja que haya sido esta valoración en comparación con otras peticiones, su simple inclusión ya determina que se trata de núcleos de conviviencia inmersos en un contexto de pobreza, objetivamente hablando".
El problema se agrava todavía más si se tiene en cuenta que, según revela el representante de FAPA, entidad vinculada a la Confederació d'Associacions de Famílies de les Illes Balears (COAPA), que representa también a las federaciones de Menorca, Eivissa y Formentera, el precio del comedor escolar en Baleares "es el más elevado del Estado", con una tarifa de 6 euros por día. En otras comunidades, el precio se sitúa en la mitad, unos 3 euros.
Por otra parte, las ayudas concedidas por el Govern oscilan entre los 350 y los 750 euros por curso académico. Esto supone, en palabras de Albert Lobo, que "incluso en el caso de las familias que hayan visto atendida su petición, la subvención no cubre, ni mucho menos, la totalidad del período lectivo, sino únicamente una parte del mismo". La consecuencia directa, según expone Lobo, es que "muchas familias optan por pagar el comedor escolar mientras todavía les queda dinero de la ayuda, y cuando ésta se agota, han de renunciar al servicio". En el supuesto de las familias que quedan excluidas y que no perciben un solo euro de esta prestación, la consecuencia directa es que sus hijos "no pueden acceder al servicio de comedor ni un solo día, porque los recursos de que disponen no lo permiten".
Ya en el anterior curso escolar, la Conselleria dejó sin subvención para el comedor escolar a un total de 3.270 familias. Por este motivo, el departamento encabezado por Martí March optó por aumentar la partida destinada a esta finalidad con un montante de 900.000 euros que, nuevamente, se ha mostrado insuficiente. Para el presidente de FAPA Mallorca, la única alternativa plausible es "incrementar aún más el presupuesto asignado a estas ayudas", petición que la entidad ha hecho llegar a la Conselleria a la espera de que se resuelva favorablemente. Según Lobo, el Govern "debe aclarar cuáles son sus prioridades, y, evidentemente, que los niños de las familias más pobres de las islas tengan un plato sobre la mesa, ha de serlo por encima de cualquier otra consideración".
Las peticiones tramitadas durante el curso 2018-2019 ascendieron a 7.145. En este nuevo período escolar, la cifra se ha situado en 9.185. Para FAPA Mallorca, este incremento de 312 familias que precisan de la subvención constituye la prueba fehaciente de la "precariedad económica en que subsiste un gran número de familias" en la Comunidad Autónoma.