OPINIÓN

No pondrán al estado de rodillas

Santiago Fiol | Martes 22 de octubre de 2019

“Los estadounidenses son libres, en resumen, de estar en desacuerdo con la Ley, pero no de desobedecerla. Pues en un gobierno de Leyes y no de hombres, ningún hombre, por muy prominente o poderoso que sea y ninguna turba por más rebelde o turbulenta que sea tiene derecho a desafiar a un Tribunal de Justicia. Si este país llegara al punto en que cualquier hombre o grupo de hombres por la fuerza o la amenaza de la fuerza pudiese desafiar los mandamientos de nuestros Tribunales y nuestra Constitución, entonces ninguna Ley estaría libre de duda, ningún Juez estaría seguro de su mandato y ningún ciudadano estaría a salvo de sus vecinos” JFK.1962.

Poco queda por decir tras esta cita de JFK salvo que está de rigurosa actualidad pese a haber transcurrido cincuenta y siete años. Con ese empresario amigo, seguimos buscando a nuestro Kennedy.

Puede caer el Gobierno de la nación en las próximas generales de noviembre pero lo que no caerá por mucho que les pese a los CDR, sus colegas, instigadores, financiadores e inductores, es el Estado Español; un estado es como un gran paquidermo que tiene grandes dificultades para arrancar pero una vez que lo hace no hay forma material de detenerlo, los recursos de los que dispone una vez en marcha así como la propia velocidad de crucero por no hablar de su inercia, hacen que no se detenga ante nada, ni siquiera ante unos mequetrefes que levantando adoquines no ejercen su derecho a la libertad de expresión sino un ilícito comportamiento barrica dista impropio de estos tiempos. El Estado Español trasciende a la figura de Pedro Sánchez, él es sólo un minúsculo elemento del mismo, estando en funciones el estado ha seguido funcionando, prestando servicios, solucionando problemas y cobrando impuestos.

Esos energúmenos que se enfrentan de manera violenta a las fuerzas de seguridad son los que tienen lo que se llama “la razón de la fuerza”, una forma de actuar muy propia de los regímenes totalitarios donde impera simplemente eso, la fuerza. Por otro lado, el estado español, representado por los antidisturbios en esos penosos acontecimientos tiene lo que se ha venido a llamar, haciendo un juego de palabras, “la fuerza de la razón”; ¿de verdad debemos creer que lo que viene ocurriendo esta última semana en Cataluña es sólo por la publicación de la Sentencia del Procés? No es posible que nos encontremos además ante bandas organizadas y especializadas en altercados públicos al servicio de un ser tan nefasto como el President Torra, que les llamaba a apretar y les felicitaba cuando lo hacían… ¿no es el comportamiento de dicho Presidente, además de indecente, incitador al odio, no suena “el apreteu” a una versión 2.0 de la canción anarquista “a las barricadas”? ¿No estamos ante una huida hacia delante de los responsables del procés?

No me tengo por persona alarmista y además pienso que el suflé de Puigdemont y sus esbirros se les está viniendo abajo con lo cual se darán un baño de realidad cualquier dia de estos si es que no son conscientes. A pesar de todo mañana volverá a salir el sol aunque a veces parece que juegan con cosas que no tienen remedio, como dice el Gran Serrat, quizás deberían, deberíamos, ir con más cuidado.

No hay apoyos internacionales al resultado de lo que llaman referéndum, la UE y el resto de la comunidad internacional pasan de esos señores que de vez en cuando salen en los telediarios. Ha sido todo un engaño, una opera buffa, a una parte importante del pueblo catalán por parte de sus líderes políticos pues ellos sabían que nada de lo que prometían ocurriría como se ve hoy está sucediendo y aún algún pobre diablo se aferra a lo que dijo un tribunal de un land sobre la euro orden; es preciso que abran los ojos y digan eso de que el “rey está desnudo” y vuelvan a la realidad no a creer en esos tristes cantos de sirenas que han seguido muchos a pies juntillas.

Estado, es una palabra muy grande y longeva, es un concepto jurídico que engloba términos como nación, población, territorio, administración, ejercito y relaciones internacionales, contra todo eso los independentistas violentos, los de los adoquines serán derrotados, y no digamos los independentistas chorizos que se dedican al menudeo de robo de móviles como acto de pillaje, esos serán encarcelados por robo con violencia.

Quienes en la Europa del siglo XXI piensan que pueden derrotar a un estado de derecho miembro de la UE no saben de qué está hablando. Waterloo es un lugar simbólico para asumir derrotas, allí fue derrotado Napoleón Bonaparte y en esa ciudad el pseudo emperador Puigdemont deberá encajar la derrota más amarga de su vida.

La memoria popular es muy corta y cuando se hable de Waterloo se seguirá recordando como el lugar en el que se derrotó de manera definitiva al Emperador, al genio francés que dominaba el arte de la guerra pero también el urbanismo entre otras cosas, pero nadie hablará de ese pobre diablo y aprendiz de emperador que ha resultado ser Puigdemont. Waterloo seguirá unido a Napoleón y del otro, nada, los mediocres no salen en las páginas de los libros de historia. Que pasen un buen día.


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