Filipinas sacrificó unos 3.000 cerdos para contener el brote de peste porcina africana, lo que eleva a más de 20.000 los animales muertos en el país asiático desde que se declaró la epidemia a principios de septiembre.
La jefa de la oficina de Veterinaria de la ciudad, Ana Maria Cabel, ha explicado que la infección fue detectada en Quezon, en el norte del área metropolitana de Manila, y ha obligado a sacrificar a todos los cerdos en un radio de un kilómetro de acuerdo con los protocolos de cuarentena.