El proyecto contempla la creación de un restaurante en la planta superior con vistas a la bahía de Palma y a la catedral de Mallorca. En la segunda planta se situará una sala diáfana para albergar exposiciones de carácter permanente y está prevista la construcción de un auditorio con capacidad para 200 personas.
El objetivo, no obstante, es mantener íntegra su fachada. "Para evitar que esta pueda verse dañada durante las obras de demolición del interior de inmueble, se instalará una estructura metálica en su interior, la cual sostendrá toda la fachada, que también será rehabilitada. En cambio, la parte superior de la fachada que da al mar será demolida, puesto que se trata de un añadido posterior a la construcción que rompe con la continuidad estética del edificio. Esta fachada, carente de interés arquitectónico, será sustituida por una vidriera de gran tamaño, que desarrollará las funciones de mirador", indica la Autoritat Portuària en su pagina web.