EDITORIAL

El grave problema de los vertidos en torrentes es una de las urgencias de la legislatura

Jueves 29 de agosto de 2019

La reciente retirada de residuos del torrente de Sa Riera por parte de Cort ha evitado que alrededor de 50 toneladas de basura, plásticos -y hasta electrodomésticos- hayan acabado en el mar durante el reciente capítulo de lluvias intensas.

Con esta acción municipal -impulsada desde el área de Angélica Pastor- se ha demostrado que con verdadero compromiso político y gestión eficiente, los resultados llegan. El problema deriva del pago de esta iniciativa. Cort aseguró entonces que debería ser asumida por parte de la conselleria y el departamento de Recursos Hídrics devuelve ahora la pelota al tejado del Ajuntament alegando que es zona urbana y por tanto, no es competencia suya.

El cauce de Na Bàrbara es otro de los puntos históricamente maltratados, al ser empleado como vertedero por parte de ciudadanos irresponsables y talleres ilegales, según denuncia la entidad ecologista Mallorca Blue, beligerante como pocas en la protección del medio marino.

Sin embargo, ante este panorama de administraciones públicas que se cruzan facturas y se quitan de encima responsabilidades, la limpieza de éste y otros cauces se complica.

Es incomprensible que en pleno siglo XXI y en una comunidad gobernada por políticos que se autodenominan ecologistas, continúen viviéndose situaciones de este tipo. Es urgente que los responsables actuales -así como los partidos de la oposición- entiendan la salud del medioambiente como una de las prioridades de la legislatura y alumbren de una vez por todas un protocolo claro y efectivo de retirada de residuos sólidos y líquidos del lecho de los torrentes así como una solución definitiva a la depuración de aguas.

Éstos y no otros deberían convertirse en una obsesión para los gobernantes. No olvidemos que el medioambiente no entiende de burocracia ni de disputas políticas sino que requiere de acciones decididas y protección efectiva.


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