La Policía de Hong Kong ha detenido a 36 personas, entre ellas un niño de 12 años, por la violencia de las protestas contra el Gobierno. Los manifestantes lanzaron cócteles molotov a las fuerzas de seguridad, que respndieron con cañones de agua y gases lacrimógenos.
"Los crecientes actos ilegales y violentos de los manifestantes radicales no son solo indignantes, sino que también llevan a Hong Kong al borde de una situación muy peligrosa", ha señalado el Gobierno en un comunicado.
La violencia de las protestas se ha intesificado desde junio, cuando se el proyecto de la ley de extradición, ahora suspendido, que permitía enviar personas de Hong Kong a China para ser juzgadas.