Las autoridades de Rusia recomendaron este lunes a los habitantes de la localidad de Nyonska abandonar sus hogares por un repunte de los niveles de radiación. Sin embargo, este martes han cancelado la evacuación.
En la región se ha detectado un aumento de la radiación de entre 4 y 16 veces superior a los niveles habituales, después de la explosión de un proyectil militar, propulsado con energía nuclear. Se sospecha que debido al accidente, se volcó la carga nuclear con la que se impulsaba. Cinco científicos murieron en la explosión y los médicos que les atendieron han sido trasladados a Moscú para hacerles pruebas médicas.
El Ministerio de Defensa de Rusia en un primer momento negó una aumento en los niveles de radiación, pero el servicio meteorológico de la región de Severodvinsk, a 40 kilómetros de Nyonoksa contradijo la información del Ministerio y aseguró que había detectado un repunte en la radiación, sin especificar los niveles de radiación alcanzados, lo que ha dado pie a mayor especulación. Greenpeace calcula que la radiación es 20 veces superior a la permitida.
Desde el Kremlin aseguran que los niveles de raciación no suponen un peligro para la salud de la población. Muchos habitantes han recurrido a las pastillas de yodo, utilizadas en otras crisis nucleares, para reducir los efectos de la radiación.