Las diferencias entre los dos partidos que conforman el Gobierno italiano se han hecho insalvables. El vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, ha abogado por celebrar elecciones anticipadas, ante la "ruptura" de relaciones entre el Movimiento 5 Estrellas y La Liga de Salvini.
"Vayamos directos al Parlamento para reconocer que ya no hay una mayoría (...) y demos rápidamente la palabra a los votantes", ha declarado Salvini, tras reunirse con el primer ministro, Giuseppe Conte. "Las vacaciones no pueden ser una excusa para perder tiempo y los parlamentarios pueden volver a trabajar la semana que viene, como hacen millones de italianos, salvo que quieran salvar su escaño a toda costa", ha retado Salvini, que, según las encuestas, cuenta con un 40 por ciento de apoyo popular.
Conte, por su parte, ha acusado Salvini de instigador y de querer “capitalizar el apoyo del que actualmente disfruta la Liga” . El primer ministro ha señalado que “no le compete a Salvini decidir los tiempos”.
La crisis entre ambos partidos se agrandó hace dos días, cuando el Movimiento 5 Estrellas propuso al Parlamento bloquear la construcción de una línea de alta velocidad entre Lyon y Turín. La Liga se desmarcó de la posición de sus compañeros de gobierno, y apoyó la construcción ferroviaria, junto con el resto de partidos del hemiciclo.
El líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi di Maio, ha asegurado que su partido no teme a una cita con las urnas. "No nos preocupa lo más mínimo ocupar puestos gubernamentales y nunca nos ha preocupado", ha rebatido Di Maio, que ha acusado a Salvini de "tomarle el pelo al país" y recalcar que, tarde o temprano, la población le dará la espalda. "Los juegos de palacio nunca nos han gustado y este debate sobre los sillones empieza a cansarme", ha escrito Di Maio en Facebook.