Esta semana se ha conocido la noticias de que una chica falleció hace unos días al ingerir una pastilla de éxtasis en un festival de música en Palma. Sus familiares y allegados juran y perjuran que era muy buena chica, responsable y con muchos proyectos e ilusiones que las malditas drogas se han llevado por delante. Lo más seguro es que no se equivoquen, las drogas no distinguen entre buenas y malas personas. Las drogas arrasan con todo lo que encuentran a su paso.
Es muy fácil juzgar desde la distancia y la ignorancia pero no debemos olvidar que todos en mayor o menor medida somos responsables de que el consumo de drogas se vea como algo de lo más normal. En nuestra sociedad la banalización del consumo de estupefacientes y alcohol está consiguiendo que muchos jóvenes pierdan el miedo y el respeto a estas sustancias tóxicas e incluso mortales. Falta mucha educación. El consumo de drogas o alcohol nos indican que ahí ocurre algo que como sociedad no queremos ver, que como familia no sabemos tratar y que como amigos nos parece corriente cuando no lo es. Los colocones sólamente sirven para tapar problemas y crear de nuevos. La incapacidad de divertirse o relacionarse sin ir “puestos” nos muestra que en algo estamos fallando.
Cada verano nos despertamos con noticias de sobredosis e ingresos hospitalarios provocados por las drogas y el alcohol. La mayoría de casos de “balconing” se deben a excesos etílicos y no tan etílicos. De los accidentes de coche en una gran mayoría los conductores van bebidos o drogados y por si fuera poco esto en un tribunal sirve como atenuante. Ya nos parece normal algo que nos debería poner los pelos de punta. La lista de fallecidos y accidentados sigue creciendo pero seguimos pensando que a nosotros no nos tocará…¡¡Craso error!!
El alcohol y las drogas están destrozando la vida de miles y miles de familias pero una vez más “la banda sigue tocando”