OPINIÓN

En capilla

Jaime Orfila | Sábado 22 de junio de 2019

El nuevo ejecutivo verá la luz la próxima semana. El bloque de izquierdas ha puesto en marcha el Pacto de Progreso 4.0, en forma de unos acuerdos que ha bautizado como "Acords2 de governabilitat". Es el segundo ejecutivo de Armengol, al que llega con un apoyo ciudadano ampliamente mejorado y con un liderazgo reforzado. De hecho, la escenificación del acuerdo ha tenido guión singular, iconografía específica y paisaje emblemático, el Castillo de Bellver. Como tal será recordado.

El PSIB se queda con la práctica totalidad de las competencias. En realidad, las negociaciones no se pueden considerar como tales. Han sido reuniones de reparto, de asignación de cuota de poder, sin más.

Sin ir más lejos, los perfiles de unos partidos que se presentan de forma repetida a las elecciones para entregar su cosecha electoral a sus “socios listos” quedan desdibujados. Su mensaje difuminado. En este caso han pasado de actores secundarios a “extras”. Su pertenencia a un ejecutivo, en términos prácticos, monocolor, les deja sin voz ni voto, reduce su protagonismo a la figura personal de acompañamiento del elegido para ocupar la silla, por alta que la coloquen.

El Pacto de Progrés se ha convertido en un vasallaje absoluto de comunistas y nacionalistas a los socialistas. Desde el punto de vista ejecutivo no deja espacio para la discrepancia. El único camino ante las diferencias está escrito, dejar el puesto y que corra la lista.

El día de celebración de la profesión médica, coincide, cada 4 años, con el espacio postelectoral que media entre las elecciones y la puesta de largo del nuevo govern. Se celebró ayer. Se caracterizó por una amplia asistencia de nuevas generaciones de profesionales, la entrega de premios de investigación y de rotaciones en el extranjero y el reconocimiento a los médicos que cumplían 25 y 50 años de colegiación. Las intervenciones de sus representantes, el Dr. Alfonso Ballesteros y el Dr. Tomás Ripoll, fueron magníficas.

El acto fue presidido por el flamante nuevo presidente del Parlament de les Illes Balears. Un médico, el Dr. Vicens Thomás, se ha convertido en la segunda autoridad de la comunidad. Merece un especial reconocimiento y una sentida felicitación. La presidenta colegial, la Dra. Manuela García y su secretaria la Dra. Rosa Robles dirigieron el acto con lucidez.

En los corrillos, de forma prevalente, se planteaba la duda sobre quien recaerá la titularidad de la cartera sanitaria. La consejera de salud en funciones, Patricia Gómez, con muchos más aciertos que errores, siempre cercana, atenta, exquisitamente profesional, tiene muchos números para continuar. Sin duda, con su trayectoria, ha dejado un nivel muy alto que no está en las posibilidades de cualquiera el mejorarlo. Si, el nuevo ejecutivo está en capilla, a la espera de confirmación definitiva. La solución, la próxima semana.

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