El Ministerio Fiscal solicita para el acusado la pena de ocho años de prisión y que indemnice con 65.000 euros a la madre de la víctima.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 31 de marzo de 2017, en un piso de Ibiza donde residía la mujer. Según el relato del fiscal, la víctima proveía al acusado de cocaína y le prestaba servicios sexuales.
La Fiscalía sostiene que se desató una discusión en la que el hombre asestó a la mujer 21 punzadas con un objeto puntiagudo, al tiempo que le presionaba con fuerza en la boca y la nariz.
Las lesiones tenían una profundidad de entre uno y seis centímetros, y una de las punzadas alcanzó el corazón.
Unos días más tarde, el 3 de abril de 2017, el hombre se presentó en un Juzgado de Madrid para entregarse. Llevó un documento en el que señalaba: "Me presento hoy a la Justicia por un delito de sangre. He dado muerte a una persona en Ibiza".
En este escrito, describía la forma en la que habría acabado con la vida de la mujer. Por este motivo, la Fiscalía aprecia una atenuante de confesión.