Se trata de un edificio con dos plantas, y en cada una hay vivienda con entradas independientes, ambas propiedad de la mujer. La vecina de 76 años reside habitualmente en la vivienda superior, si bien en la de abajo tenía mobiliario.
Al volver de un viaje, hace dos días, encontró a una persona viviendo en la planta de abajo y llamó a la Policía Local. Los agentes comprobaron que esta persona tenía en la casa ropa, efectos personales y un televisor.
El 'okupa' dijo que la vivienda se la había alquilado "a un negro" cuyos datos no pudo proporcionar, a la que había pagado 3.000 euros.
La Policía Local instó a la mujer a que presentase denuncia judicial. Mientras, los okupas continuan en la casa de esta señora.