Según han aceptado, los tres tenían las funciones "claramente" diferenciadas. Así, uno entregaba la droga a los otros dos y vigilaba el escondite de la misma, otro contactaba a los clientes y otro la vendía.
En un momento dado, mientras estaban realizando la actividad ilícita, uno de ellos se percató de la presencia policial y arrojó "algo" entre unos arbustos donde tenían enterradas varias sustancias estupefacientes. En la investigación, fueron encontradas 12 bolsas de plástico con cannabis, 11 envoltorios con cocaína y seis comprimidos de MDMA.
Además de la multa de dos años, cada uno de ellos deberá pagar 902 euros de multa, tras haber llegado a un acuerdo entre las partes. Cabe resaltar que se ha suspendido la condena con la condición de que no delincan en un plazo de cuatro años.