Según han explicado desde el municipio, la reubicación se realizará dentro del propio polígono para cumplir con las normas de seguridad correspondientes al nivel 4 de alerta terrorista decretado por el Ministerio de Interior en todo el Estado.
La decisión se ha tomado tras la falsa alarma por una mochila en septiembre de 2017 y el incendio de las naves en noviembre de 2018 que, tal como han explicado, "pusieron a prueba la capacidad de adaptación de la presente ubicación y logística del mercado".
En concreto, la nueva ubicación situará las paradas dentro de cinco aparcamientos de titularidad pública y también implicará la liberación de la calle Conradors, que quedará libre para el tráfico.
La reubicación contempla también una concentración de las paradas y la reducción de lugares disponibles para poder cumplir los planes de emergencias y de evacuación. Además, permitirá mejorar la limpieza y la circulación de los vehículos de carga que trabajan los domingos.