Jesús Cuartero, de Essentially Mallorca, defiende que la isla no tiene "nada que envidiar a Mónaco, Saint Tròpez o Ibiza" aunque puntualiza que el tipo de turista de alto standing que la elige tiene motivaciones distintas respecto a los otros destinos. "Se trata de un perfil más discreto y austero. No es el de veinte botellas de Dom Pérignon que no sale del yate". Por contra, se trata de un turista que apuesta por la cultura, la gastronomía o los eventos exclusivos.
En este sentido, destaca que el futuro "es positivo" para Mallorca pero pasa por reforzar las experiencias cada vez "más auténticas": gastronomía mallorquina y productos de la tierra en clave exclusiva, actividades culturales diferenciadas... "Chefs como Solivellas, Joan March, Santi Taura o Genestra son clave. Con su reinterpretación de lo de siempre marcan un camino que sí o sí resulta vital para la internalización del destino".
Por mercados, los nórdicos, británicos y alemanes siguen destacando aunque la llegada de estadounidenses está en claro despegue y también aisáticos. "Hay que tener en cuenta que la distancia geográfica es mucho mayor así que la apuesta resulta más comprometida", asegura. Buscando Mediterráneo, exclusivo y sin ostentaciones, la mayoría opta por La Toscana "pero de cada vez más nos llegan clientes que se lamentan de no haber descubierto esta isla antes"
En cuanto a reservas, la Semana Santa no ha sido especialmente buena por la meterología -"es un sector muy sensible a estas cuestiones, que sabe reaccionar de una hora para otra"- pero de cara al verano manejan datos similares a los del anterior. "Será una buena temporada