Los hechos se produjeron en la madrugada del miércoles. Un vecino de Can Picafort escuchó un estruendo en una casa colindante a la suya y rápidamente se desplazó hasta el lugar una patrulla de Seguridad Ciudadana de Guardia Civil.
Al llegar los agentes observaron cristales rotos de la puerta de acceso a la vivienda, así como también restos de sangre, dos barras de metal y un bloque de piedra en el suelo.
Los guardias civiles entraron en el domicilio ante la sospecha que el autor siguiera dentro y le hallaron bajo una cama escondido, con una herida en un brazo. Se le detuvo y trasladó al hospital de
Inca para que le curasen el profundo corte.