Pero la noticia positiva entre tanto desastre llega de la mano de un 'buen samaritano'. No se conoce el nombre pero alguien ha pagado el hospedaje de una docena de indigentes que tenían que pasar a -22ºC en tiendas de campaña en un área periférica de Chicago. El grupo tenía unas estufas portátiles de gas pero al desatarse un pequeño incendio los bomberos retiraron las bombonas y la helada no auguraba nada bueno para ellos. La explosión no dañó a nadie, pero provocó el pequeño incendio, lo que llevó al Departamento de Bomberos de Chicago a retirar las bombonas de propano, dejando al campamento de personas sin hogar a merced del frío, que estaba congelando toda la ciudad.
El Departamento de Bomberos de la ciudad advirtió sobre los peligros de los tanques de propano en Twitter: "Durante el clima extremadamente frío, entendemos que la gente quiere ayudar a nuestra población sin hogar. Sin embargo, le pedimos que en ningún caso donen tanques de propano, porque son posibles peligrosos".
En ese momento entró en acción la generosidad de un donante anónimo que llamó al Ejército de Salvación informando que había pagó las habitaciones durante una semana para los necesitados en un hotel ubicado al sur de Chicago. Allí podrán estar bajo techo y a salvo del frío devastador que asola al medio oeste de EEUU y que ha provocado la muerte de al menos 21 personas.