En un comunicado, desde el colegio también han mostrado su deseo de que se respete la libertad de expresión del resto de la comunidad educativa.
En la carta difundida en redes sociales, los miembros del Claustro y del Consejo Escolar han asegurado que desde 2014 el centro está "siendo cuestionado" y "sufriendo acusaciones que crean un gran malestar a los docentes".
Además, han afirmado que en sus aulas estudian alumnos procedentes de diversos países, algo que valoran "muy positivamente" ya que la diversidad es un "aspecto muy enriquecedor", reflejo de la sociedad actual.
"La lengua es un ejemplo más de esta diversidad", han añadido, reiterando que "el alumnado es atendido correctamente sin importar la lengua que use".
Los docentes también ha manifestado que sus actuaciones en relación al tratamiento de las lenguas "quedan acogidas en la normativa" que rige la Educación en las Islas y en el proyecto lingüístico del centro, todo enmarcado dentro de la ley.
Asimismo, defienden el "buen trabajo" realizado y lamentan las "acusaciones e injurias" recibidas. Por último, han asegurado que en su caso los hechos se han manipulado y utilizados sistemáticamente para fines que desconocen.
Recientemente, una madre denunció a través de un medio de comunicación que los docentes no atendían a las peticiones de su hija por no hablar en catalán.