La última protesta de los vecinos ha pasado por presentarse en el Ayuntamiento a pedir agua con garrafas al alcalde Toni Noguera tras el corte del suministro del pasado lunes. Denuncian que es un paso más de la estrategia de Cort para forzar un desahucio que fue comunicado en octubre.
Según el consistorio se ha llegado a acuerdos con los propietarios para aceptar precio fijado por Urbanismo, la permuta de la vivienda por alguna propiedad municipal o la aceptación del precio más un alquiler social.
En cuanto a las personas que actualmente están ocupando el edificio de forma ilegal se les han ofrecido ayudas al alquiler o a la fianza o ayudas para comprar comida, entre otras del catálogo de Bienestar y Derechos Sociales. Si no tienen otra vivienda pueden acceder al Servicio de Acogida Municipal.