Inglaterra
Redacción | Jueves 30 de agosto de 2018
Ha ocurrido en la cárrcel de Swaleside en la Isla de Sheppey en Kent, Inglaterra, una de las penitenciarias consideradas como de las más violentas del Reino Unido. Tony Smith, de 47 años, ha recibido una brutal paliza por parte de dos internos que durante cuatro horas lo retuvieron atado a una silla y lo golpearon sin piedad. Le atacaron con objetos punzantes, le golpearon con un calcetín relleno de latas de atún y le propinaron puñetazos y patadas hasta que los guardas descubrieron lo que estaba pasando. Apuntan que Smith había sido trasladado de módulo por error, circunstancia que los dos internos aprovecharon para cebarse con él. Presenta costillas rotas, mandíbula fracturada y hundimiento de una cuenca ocular.
Smith cumple condena de diez años por torturar a su hijo, un bebé de tan sólo 41 días. Durante horas lo maltrató, le rompió las piernas, le retorció los tobillos y no lo llevó al hospital hasta que el bebé sufría una grave infección. Fue necesaria la amputación de ambas piernas para salvar la vida del pequeño que ahora vive en el seno de otra familia que lo ha adoptado. El caso conmocionó al Reino Unido en el año 2014. Smith y su esposa fueron condenados y encarcelados.
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