Y es que este grupo de investigadores ha trabajado desde hace años con el objetivo de encontrar un fármaco que pueda ayudar a reducir las lesiones neuronales tras un ictus. Los tratamientos actuales apenas pueden beneficiar a casi el 20 por ciento de los enfermos.
En este contexto, el reto era obtener una estrategia terapéutica que se pudiese aplicar incluso antes de la llegada del paciente a un hospital, es decir, que se pudiese tratar en un centro de salud o en un transporte sanitario, "ya que poder administrar un tratamiento en las primeras horas es vital para reducir secuelas y mismo para la supervivencia", indica el Idis.
El estudio publicado se enfoca en el bloqueo de un compuesto llamado glutamato y que está asociado al daño neuronal tras el ictus. En la investigación, se probó esta terapia en una población de 50 pacientes. "Aunque este número fue reducido, los resultados que obtuvimos demuestran que esta estrategia presenta altas expectativas de convertirse en un futuro tratamiento", ha subrayado el doctor investigador Francisco Campo.