En la agenda mediática de Balears, hace tiempo que se vienen repitiendo dos cuestiones. Una de ellas es la financiación autonómica. La otra es el Régimen Especial de Balears (más conocido como REB). Entre toda la ciudadanía existe un cierto consenso, que ambos aspectos deben ser reformados. Dicho consenso se extiende a toda la clase política sin excepción.
Respecto a la primera herramienta, cabe decir que la financiación autonómica no es un capricho de turno. La financiación autonómica (para las Comunidades de régimen común) es la principal fuente de ingresos de las CCAA y sirve para pagar la sanidad, la educación y los servicios sociales, competencias transferidas. Así pues, cuando hacemos el debate o reivindicamos un nuevo sistema, lo hacemos pensando en cosas tan básicas como reducir las listas de espera en los hospitales, reducir el número de alumnos por aulas o, ser capaces de poner la gratuidad de los libros de texto. Este no es un artículo científico del sistema de financiación, ni tan solo pretendo hacer un análisis exhaustivo del mismo. La idea es transmitir y acercar al ciudadano el porqué de estas reivindicaciones históricas de nuestro archipiélago. Por lo que respecta al REB, éste es una herramienta de ámbito fiscal, negociado de forma bilateral entre el Gobierno central y nuestra autonomía. El objetivo del mismo es reducir y compensar los costes de la insularidad y doble insularidad para las islas menores. Para ejemplificarlo, el REB debe tratar el aspecto del transporte de mercancías, costes de transporte de pasajeros y aspectos de importación. Este no es ningún privilegio histórico. Sin ir más lejos, Canarias posee un impuesto indirecto propio, conocido como IGIC, con una tributación diferente. La lógica es si es más caro importar, ¿por qué se debe pagar un tipo impositivo igual que en el territorio peninsular?
Así pues, tal como les decía al principio, es curioso ver como existe este amplio consenso social respecto a ambas cuestiones, pero que sin embargo, se postergan sine die. Siguen y siguen en las portadas de nuestros periódicos locales y no se solucionan. Hemos compartido color político en la Moncloa y en el Consolat, hemos tenido diferentes colores, hemos tenido socialistas y populares. Izquierdas y derechas. Y pese a ello, nunca hemos conseguido un trato que sea realmente justo para nuestros ciudadanos. Al fin y al cabo, lo que reclamamos es que con la elevadísima presión fiscal que pagamos en Balears, tengamos el mismo trato que otras regiones de España.
Y les digo curioso, porque pese a que tenemos todos los ingredientes para poder reformar estas herramientas, no lo llegamos a conseguir. Con nuevo sistema de Financiación autonómica y con un REB de mínimos ganaríamos una mayor competitividad a nivel interno y a escala europea. En estos dos temas, vamos todos juntos. Empresarios y trabajadores, progresistas, conservadores y liberales. El futuro en un mundo globalizado se conquista y se planifica con tiempo. Seguimos.