Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Baleares en un comunicado, los tres habían sido expulsado de una discoteca y al salir descargaron su furia con los vehículos aparcados. No esperaban encontrarse con una patrulla de la Policía Nacional que los detuvo y constató los daños producidos: abolladuras, retrovisores arrancados...
Para evitar que la fechoría queda impune, y puesto que pensaban abandonar Mallorca de vuelta a Suiza este viernes, fueron detenidos y puestos a disposición judicial. Han reconocido los hechos y pagado una fianza de responsabilidad civil.