La pregunta se plantea después del episodio del Aquarius. El barco -de las ONG SOS Médicos sin Fornteras y SOS Mediterráneo- es uno de los que a día de hoy siguen rastreando y rescatando inmigrantes frente a Libia después de la toma de posesión del nuevo Gobierno de Italia, contrario a toda recepción y atención de embarcaciones de salvamento que no sean del Estado italiano.
El 'no' gubernamental de Italia a estas 630 personas a la deriva y la inacción de Malta hizo que España, con el nuevo Gobierno de Sánchez al frente, asumiese la llegada y atención de los ocupantes.
Se trata de una respuesta excepcional a un caso excepcional que ha puesto sobre la mesa el papel de Europa en el fenómeno de migraciones. La pregunta es ¿podrá la Unión Europea aunar fuerzas y recursos para dar una respuesta global o seguirán los parches país por país? Los lectores optan por lo segundo.