DEPORTES

El tope salarial tiene truco

Alejandro Vidal | Miércoles 30 de mayo de 2018

Que no vengan con cuentos. El Mallorca ha vuelto a Segunda A, de la que le bajaron sus actuales propietarios y gestores, lo que les ha permitido reducir sustancialmente el capítulo de gastos. Dicha reconquista no les permite soslayar lo que siempre fue el objetivo del club en esta categoría: subir a primera división. No es una exigencia de ahora, sino de los últimos 50 años de su centenaria historia.

Que nadie se llame a engaño si una temible y eventual falta de inversión en la confección de una plantilla competitiva se pretende escudar en el límite salarial que impone la Liga de Fútbol Profesional. Sin entrar en detalles no es más que la diferencia entre ingresos y gastos que cada club puede justificar por temporada. Pero, como todo, tiene sus trucos si uno quiere apostar de verdad con altura de miras. En primer lugar los contratos de larga duración, de tres o cuatro años, no se incluyen en los gastos de un solo ejercicio, sino que se dividen por cada período contratado. Si Salva Sevilla firmó por tres no se contabiliza el total en el presente, sino la tercera parte en la 2018-19 y la última en la 2019-20. Al margen, se puede llevar a cabo una ampliación de capital y solicitar a la Liga que se contemple como ingreso, por lo que el tope aumenta de inmediato. Otra cosa es y a eso me refería, que los americanos no quieran rascarse el bolsillo más allá de lo que lo han hecho. Por supuesto están en su pleno derecho, pero al menos que lo digan.

Que casi el 99 por ciento de las acciones de la SAD sean ostentadas por la misma sociedad garantiza la estabilidad social. ¡Solo faltaría!. Admitida la obviedad, el mallorquinismo tiene derecho a saber algo más de lo que le han contado estos últimos años sin mentiras y sin verdades a medias.


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