Santiago Fiol | Martes 29 de mayo de 2018
Los políticos que lideran los más importantes partidos de España tienen una prisa inusitada en llegar a la presidencia de Gobierno, excepto uno por la simple razón de que ya lo es y le interesa más que a nadie que no pase nada; ya saben que el Presidente Rajoy es seguidor de Cela, como buen gallego, el cual dijo eso de que el que resiste, gana. Rajoy es un maestro en el manejo de los tiempos políticos.
La sentencia del caso Gurtel, -se ha magnificado más allá de los conceptos jurídicos- ha colocado al Presidente Rajoy y a gran parte del PP en una situación insostenible, tienen que irse; entiendo que lo procedente sería convocar un congreso extraordinario y proceder a la elección de un nuevo líder que debería ser el candidato a unas elecciones generales en el último trimestre del año, jubilando así al Presidente Rajoy y a la generación que le sigue.
El diputado Sánchez, como Rocky Marciano la gran esperanza blanca, sabe que su camino para llegar a la Moncloa no pasa por la urnas sino por una moción de censura que se verá esta semana; la premura en la presentación de la moción de censura no fue otra que bloquear una posible convocatoria de elecciones y es que todos los caminos llevan a Roma. No se puede ser más demócrata que un candidato que rehúye las elecciones.
El diputado Rivera, no quiere oír hablar de nada que no sea la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas, pues sabe que su camino a la Moncloa si deambula por las urnas. Los vientos le son favorables y todas las encuestas le presentan como el gran favorito para ganar las elecciones y optar a la presidencia del gobierno. Él vive el sueño de ser el nuevo europeo Kennedy o simplemente el Macron español.
En cuanto al diputado Iglesias, que en estos momentos está inmerso especialmente en que se amplíe el barrio de Vallecas hasta Galapagar para cumplir su palabra dada y así no abandonar su barrio de cuna, le da igual liarse con tirios o troyanos, lo único que pretende es desalojar del gobierno a esa derechona alejada de los pobres y desamparados; esa derecha que vive en fastuosos chalés con piscina, casa para el servicio y huerto para comer verduras ecológicas. Esa es la derecha a la que quiere echar.
Como habrán visto, y eso sí que es pura opinión, a los señores que cito con anterioridad lo que les preocupa de verdad es ocupar la poltrona y no la mejora de la vida de todos nosotros; ellos están a sus cosas, a sus juegos y los ciudadanos, los que los votamos no somos más que un mal necesario. En fin. Vd. y yo que somos personas normales, que pasen un buen día.
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