El Baleares ha luchado por la permanencia este domingo tarde en Son Malefiri contra el Ebro, en un partido vibrante y no exento de incidencias y alguna polémica. A la afición tampoco le ha faltado ganas. Y la victoria ha llegado, por tres a uno con gran regocijo de los balearicos. Con este triunfo y los resultados propicios de los otros equipos que también estaban en juego, el Baleares se ha salvado y continuará una temporada más en Segunda B.
El Atlético Baleares, tras ganar al Ebro por tres a uno en Son Malferit, y con los empates del Olot y del Llagostera, se ha asegurado la permanencia una temporada más.
El equipo blanquiazul ha salido al campo con empuje y ganas de ser el vencedor. Se ha notado desde el primer momento, pues Canario casi marca en el minuto cuatro y un minuto más tarde Hugo Díaz anotaba el primer tanto.
Este rápido gol no ha hecho confiarse a los de Mandiola, que han seguido con la misma actitud durante todo el encuentro. En el minuto veinte, Fullana marcaba el segundo gol, aunque la superioridad de los balearicos, con el apoyo de su afición, esta más que clara. Hasta en tres ocasiones habían tenido oportunidad de marcar.
El Ebro, por su parte, intentaba remontar, conscientes de que han vivido tiempos mejores. Finalmente, al final de la primera parte, anotaban su primer y único punto.l
En la segunda parte, los aragoneses entraban con ganas de cambiar la situación. Sin embargo, el Baleares defendía su portería con intención de lanzarse al contraataque.
La expulsión de Pajero hacía quedar en diez jugadores a su equipo. Los nervios estaban bien caldeados, y la tarjeta roja también fue para el técnico Larraz y varios miembros del equipo técnico. Tal vez, esto animó a los balearicos, pues a las puertas de darse el fin del partido, Kike López anotaba el tercer gol para el Baleares. El partido ya quedaba sentenciado.
Tras esto, se vivieron breves momentos de tensión en el estadio, y muchos aficionados consultaban sus teléfonos móviles y llevaban puestos los auriculares. Todos pendientes de los resultados del Olot y el Llagostera. Se podría decir una corta, larga y tensa espera. Que finalmente anunciaba el empate de estos dos equipos, y con la victoria del Baleares, significaba la tan esperada salvación.
Gran mérito de este "milagro" se debe al entrenador vasco, Manix Mandiola, que desde su llegada al equipo ha sabido reconducir su situación. No han faltado gritos de los aficionados de "Manix a la Selección", yal escucharlos, el técnico sonreía agradecido.