Desde ASAJA lamentan el rechazo a buena parte de las alegaciones presentadas “si bien se han aceptado algunas, éstas tienen poco calado, ya que no han tenido más remedio que aceptarlas porque iban contra la normativa nacional, tal y como les ha hecho saber el Ministerio de Agricultura”.Critican que no se haya facilitado el texto definitivo de la normativa, y que en el transcurso de la reunión tan sólo se explicase cómo quedaría finalmente redactada.
Lamentan que la conselleria siga haciendo “oídos sordos a las peticiones unánimes del sector”
La reforma de la Ley Agraria supondrá que los payeses sólo puedan ofrecer tres habitaciones en régimen de agroestancia y que sólo se puedan habilitar en la vivienda del agricultor. Se anula la posibilidad de crear refugios de montaña para excursionistas y albergues en las explotaciones agrarias.
ASAJA-Balears también muestra su desacuerdo en que desde la conselleria de Agricultura se continúe con los espacios de venta directa a 75 metros cuadrados en todos los casos, y que no se priorice el uso del agua para explotaciones agrarias en suelo rústico. En palabras de Simonet, “sigue siendo más fácil construir una vivienda en suelo rústico que una instalación agraria”.
El gerente de ASAJA-Balears manifiesta que con esta nueva ley agraria se pierden ventajas y derechos que el sector ya tenía adquiridos con la anterior legislación así como con el decreto de 2002 aprobado por Mateu Morro. “Tenemos la confirmación que la conselleria de Agricultura no tiene el peso específico en este Govern, como sí lo tienen otros departamentos como Turismo, Medio Ambiente, Territorio y aquellos Consells insulares sin competencias en agricultura, dejando a las explotaciones agrarias en desventaja competitiva y condenadas a seguir siendo un sector marginal en la economía de las Islas”. “El equipo de Agricultura de Vicenç Vidal se ha dejado pisotear por otros intereses contrarios al sector y siguen plegándose a intereses de colectivos que quieren mantener a la agricultura de Baleares en la pobreza”.