La investigación se inició a raíz de la recepción en la Sala del 091 de varias llamadas telefónicas que alertaban de una oleada de robos a cargo de un individuo muy violento. El hombre se desplazaba en un vehículo
de color blanco de grandes dimensiones tipo crossover e iba pegando puñetazos en la cara, patadas, codazos y rodillazos, para sustraer el dinero y las pertenencias de valor de quien se iba encontrando a su paso en la calle.
Una vez que las víctimas fueron atendidas de las graves lesiones, interpusieron denuncia y la Policía comenzó la investigación que culminó con el arresto en su propio domicilio.