Sus temas principales se combinan con riffs de rock brutal y partituras de películas épicas. Son puro espectáculo, puesto que el guitarrista salta al aire y la crin del arco se rompe para deleitar al público. Los dos se azotan el uno al otro en un frenesí y los instrumentos se vuelven uno.
Los caminos de los dos músicos se cruzaron en el conservatorio de música clásica. Sin embargo, pasaron diez años antes de que pudieran encontrar una forma de reunirse. En 2006, Chris y Phil formaron una compañía y compusieron partituras épicas para cine y publicidad. Pero querían volver al escenario: salvajes, sin concesiones, sin convenciones.
Desde 2015, los Mozart Heroes son un consejo para todos los que desean aventurarse más allá de los parámetros habituales de la música clásica, el rock y el cine.
En el escenario habrá un solo de violonchelo salvaje, además de momentos suaves y líricos, e incluso Mozart habría perdido su peluca por un fuerte tirón en la cabeza. La banda se atreve a definir la historia musical de nuevo, empujando los límites mediante el uso de estaciones y efectos.