Tradicionalmente los vehículos con cambios automáticos eran considerados como un producto con unas prestaciones insuficientes, además de ser vehículos que al mirar el consumo ofrecido por la marca te lo pensabas tres veces antes de decidirte por un modelo con este tipo de cambio.
Eso sí, ahora igual que antes, los automóviles con cambios automáticos suponen un extra de comodidad para el conductor, que se puede olvidar de la sincronización entre acelerador y embrague, una acción que tanto cuesta a los conductores noveles. Lo que sí ha variado con el tiempo es el tema de las prestaciones, ya que hoy en día, gracias a la nueva tecnología utilizada en la mayoría de este tipo de vehículos, se gana tiempo en el intervalo del cambio. No olvidemos que también ayudan las levas en el volante, que se pusieron al servicio de los automóviles de calle después de triunfar de forma clara en los autos de Fórmula 1.
Hay mucha gente que no los ha probado y que continúa pensando que se disfruta mucho más de la conducción con un vehículo con cambio manual, aunque tal vez deberían probar para hacerse una idea real de lo que supone conducir con el cambio automático. El consumo elevado se ha disminuido, es más, no sólo se ha igualado al conseguido por los modelos de cambio manual, sino que incluso se mejora en la mayoría de vehículos actuales. ¿Cómo?, gracias a la tecnología utilizada, que permite que el vehículo elija la velocidad adecuada para cada momento, con lo que se consigue una mayor eficiencia energética.
Otro apartado en el que el que también se muestran mejor los vehículos con cambio automático es en la fiabilidad mecánica, ya que los estudios demuestran que la mayoría de vehículos con cambio manual se desgastan más que los automáticos. No todo son ventajas y algunos peros pueden ser el mayor precio o que sean un poco más delicados con unas revisiones más exhaustivas y costosas.
La elección es suya...