Entre otros entrenadores el mítico Utz Claassen entrevistó y analizó minuciosamente a A Quique Setién, de progresiva trayectoria desde el Lugo al Betis pasando por Las Palmas, Anquela, que ha dejado a Rubi la herencia del Huesca mientras ocupa el banquillo del Oviedo con la experiencia adquirida con el Alcorcón, Numancia y Granada, o José Bordalás, que además de ascender y consolidar al Getafe en primera división hizo lo propio con el Alavés, para no remontarnos muy atrás. En su lugar eligió a Fernando Vázquez. ¡Vaya vista!. Bueno, antes ya desfilaron por Son Moix los Chapi Ferrer, Miquel Soler y demás amigos de Miguel Angel Nadal.
En lugar de desviarse del camino, Maheta Molango no se apartó un milímetro de la carretera trazada. Su gestión en la temporada del descenso a Segunda B empezando con el gallego, seguido de Olaizola y, finalmente, Sergi Barjoan, es de traca. Y eso que solo hablamos de técnicos porque si empezamos a repasar la lista de fichajes de jugadores sería cuestión de empezar a correr y no parar hasta Pernambuco.
No es que nos aferremos al carro triunfante de los tres que encabezan el primer párrafo, sino que sus currículums ya eran más que conocidos cuando hubo la oportunidad de contratarles. El gran problema del Mallorca es que quienes han estado y están al frente del negocio saben de fútbol lo mismo que un torero de base ball. Vamos, como si pusiéramos al frente de la cocina de un restaurante tres estrellas Michelin a un pinche de un chiringuito de playa.