Picornell ha animado a las autoridades y diputados presentes a "acercarse a la ciudadanía" y para ello ha apostado esta supresión de los aforamientos, algo para lo que será necesario modificar el Estatut d'Autonomia, "prueba de que las normas no deben ser fijas ni pueden ser un fin en sí mismas, sino una herramienta para dibujar la sociedad cambiante".
Recordando que algunas de las leyes aprobadas por el Parlament han sido cuestionadas por los tribunales, Picornell ha defendido "la definición de un nuevo modelo territorial" y profundizar "en el autogobierno a través de la Reforma del Estatut" para garantizar las "aspiraciones como pueblo" de las Islas.
En la misma línea, en otro momento de su intervención el presidente del Parlament ha reivindicado la necesidad de reformar la Constitución porque "la sociedad actual ha cambiado" y no es la misma "que hace 35 años". Asimismo, ha insistido en que "las normas deben ser capaces de adaptarse a las demandas de las sociedades que gobiernan".
Picornell ha reconocido que la Constitución "ha permitido un largo periodo de desarrollo" pero "el momento político actual exige respuestas". "Mi generación no la votó, y ya no soy tan joven", ha matizado.
Por ello, ha pedido "revisar y actualizar" todo lo que "no ayude a construir un proyecto común" porque "la sociedad lo pide". "No podemos estar 40 años más en hacerlo", ha avisado Picornell.
En varias ocasiones a lo largo de su discurso el presidente del Parlament ha hecho alusión a la corrupción política, que ha "creado una brecha entre la política y la ciudadanía" y "desafección".
Picornell ha subrayado que los ciudadanos "han aumentado su nivel de exigencia y la tolerancia ha alcanzado un nuevo límite" y ha lamentado el "coste demasiado alto" de los casos de corrupción, tanto económica como políticamente.
Según Picornell, la corrupción "ha frenado el desarrollo económico y social" de Balears porque "demasiados millones de euros" se han visto "perdidos y malversados absurdamente", algo que "se traduce en recorte de beneficios para la ciudadanía" y genera una "pérdida de confianza" muy "difícil de recuperar". Por ello, ha aplaudido la creación de la Oficina Anticorrupción.
El presidente de la Cámara también se ha referido a las actuaciones para modernizar el Parlament balear que "se debe adaptar a los cambios" para "ganar mayor eficiencia y ahorro".
En este apartado ha recordado la sala de videoconferencias del edificio Ramon Llull para conectarse a otras Islas, la actualización del sistema audiovisual de la Sala de Plenos, la adaptación a la administración electrónica y una reforma del reglamento para permitir la participación telemática de los diputados.
Picornell también ha aprovechado el discurso para denunciar la violencia de género y la brecha salarial, el incumplimiento en la acogida de refugiados, la infrafinanciación de Balears, la saturación turística y la situación de la vivienda, con un "agresivo mercado" que "mira sólo los números y se olvida de las personas".