La presidenta del Govern, Francina Armengol, cerró el acto institucional del Dia de les Illes Balears con un discurso marcado por las reivindicaciones y los mensajes de corte político que superó lo que debería haber sido un discurso institucional. Nada del debate politico de las ultimas semanas quedó ajeno a las palabras de Armengol en el auditorium del Palau de Congressos: las pensiones, la brecha salarial, el cambio climático, la libertad de expresión... Opiniones todas ellas expresadas por la presidenta desde un punto de vista partidista.
Armengol llegó a anunciar que el Govern se sumará a la huelga feminista convocada para el próximo 8 de marzo, olvidando que lo hace desde el punto de vista de quienes tienen la responsabilidad de la administración en esta comunidad.
Las palabras de Armengol cerraron un acto que se inició con la presentación de la actriz Agnès Llobet donde no faltaron referencias, unas más sutiles que otras, a las camisetas verdes, el feminismo, el ecologismo, la saturación turística... Y después, también, del discurso de agradecimiento del ex juez José Castro, destacado con el premio Ramon Llull, que aprovechó la ocasión para hablar de la corrupción del PP y criticar a la Justicia. "Un mallorquín de Córdoba que ha trabajado sin descanso para contribuir a que estas islas recuperen el camino de la ética y la honestidad", dijo de él la presidenta.
Francina Armengol cerró, pues, un acto institucional ideado para los 1.200 invitados por el Govern que llenaron el auditorium. Un acto para los más fieles, a un año del final de la legislatura, donde se echó de menos la unidad que la propia presidenta reclamó al referirse a la reivindicación de una financiacion más justa.