Balears es una de las regiones donde la incidencia se sitúa por debajo de la media, con 103,9 casos de gripe por cada 100.000 habitantes frente a los 150,74 a nivel nacional, según el último informe del Sistema de Vigilancia de Gripe, relativo a la semana del 5 al 11 de febrero.
En España se ha pasado de 190,1 casos a 150,74 casos por 100.000 ciudadanos en una semana, lo que supone el tercer descenso consecutivo desde que se alcanzara el pico máximo de actividad de esta temporada, con 290,4 casos.
En esta semana la región más castigada es La Rioja, con 321,9 casos por 100.000 habitantes, seguida de Navarra (267,9), Castilla y León (244,9), Ceuta (220,4), País Vasco (206,2), Melilla (197,8), Aragón (193,9), Canarias (168,1), Castilla-La Mancha (165,1) y Cataluña (156,5).
Ya por debajo de la media nacional se sitúan la Comunitat (141,1), Asturias (106,7), Baleares (103,9), Cantabria (103,5), Andalucía (100), Extremadura (99,6) y Madrid (94,6), mientras que de Galicia y Murcia no se especifican datos.
El informe constata un descenso de la actividad gripal en todo el territorio vigilado, principalmente en el oeste peninsular, aunque la difusión de la enfermedad sigue siendo epidémica prácticamente en todas las redes, excepto en Cantabria y Castilla-La Mancha, donde es local, y Asturias, donde ya es esporádica.
Pese a ello, en la semana actual se han notificado 71 nuevas defunciones de casos graves hospitalizados y confirmados de gripe, por lo que el número de fallecimientos asciende a 543 desde que comenzó la temporada de gripe, a primeros de octubre.
La semana pasada la epidemia de este año superó la mortalidad registrada durante toda la temporada 2016-2017, pese a que no está previsto que finalice hasta mayo. De hecho, ya ha provocado el doble de muertes que la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009, que causó 271 fallecimientos.
Los autores del informe recuerdan que se está produciendo un "exceso de mortalidad por encima de lo esperado" desde la última de diciembre y se concentra fundamentalmente en los mayores de 64 años, un 12 por ciento más en la última semana, coincidiendo tanto con la fase de ascenso de la epidemia gripal como con la ola de frío registrada en España en las últimas semanas.
De hecho, el 85 por ciento de los fallecidos eran mayores de 64 años, con una mediana de edad de 83 años, y el 98 por ciento presentaban factores de riesgo. El 53 por ciento de los casos desarrolló una neumonía y el 27 por ciento ingresado en UCI. Y de los 471 casos pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 49 por ciento no se había vacunado.
Asimismo, en la última semana se han notificado 390 nuevas hospitalizaciones de casos graves que elevan el número de 3.552 afectados confirmados por gripe en laboratorio.
En 2.349 de los pacientes (66%) se identificó el virus de la gripe B y el mayor número de casos (66%) se registra en el grupo de más de 64 años. En cambio, sólo el 6 por ciento de ingresos eran menores de 15 años.
El 88 por ciento de los pacientes con información disponible presentaban factores de riesgo de complicaciones de gripe. En los adultos los factores de riesgo más prevalentes son la enfermedad cardiovascular crónica (43%), la enfermedad pulmonar crónica (30%) y la diabetes (28%) y en los menores de 15 años la enfermedad pulmonar crónica (6%) y la enfermedad cardiovascular crónica (8%).
El 73 por ciento de los pacientes desarrolló neumonía y 802 casos ingresaron en UCI (23% de los que se disponía de información). Y de los 2.717 pacientes pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 54 por ciento no habían recibido la vacuna antigripal de esta temporada.