Partieron de Honolulu, donde residen esta primavera, según los medios estadounidenses. El 30 de mayo sufrieron los embates de una tormenta y se les averió el motor.
Tenían la esperanza de poder llegar a tierra firme navegando a vela, pero se perdieron y ya el viaje continuó sin rumbo, a la espera de poder contactar con alguna embarcación. Un barco de pesca taiwanés finalmente las descubrió el martes a 900 millas de Japón y a miles de millas de Tahití.
La tripulación contactó a la Guardia Costera de los EE. UU.
La pareja y su mascota pudieron sobrevivir tanto tiempo, gracias a las depuradoras de agua de la embarcación y al abundante suministros de alimentos que tenían a bordo, avena, pasta y arroz para un año.