DEPORTES

Con el tiempo y una caña

Alejandro Vidal | Martes 24 de octubre de 2017

Diez jornadas no bastan para establecer conclusiones rígidas respecto a ningún equipo, salvo excepciones que confirman dicha teoría. En tan breve lapsus de tiempo se han roto todos los pronósticos respecto a la lucha del Elche y el Mallorca como gallitos del grupo tercero de Segunda B pero, a partir de la visita del Atlético Baleares al Martínez Valero, el coco ilicitano se deshizo como un cubito de hielo sobre la tórrida arena del desierto. Ahora solo queda un candidato claro al título, pero de aquí al mes de junio pueden pasar muchas cosas, sin olvidar el play off que restringe las aspiraciones de ascenso a una suerte de lotería, inducida si, pero fortuita al fin y al cabo.

Todo esto nos lleva a predecir que otro año en la misma categoría sería catastrófico pese al gozo que en el entorno del club se experimenta en Segunda B como si nada hubiera pasado. Debemos ser proclives al olvido y al perdón, aunque sean cosas diferentes. El proyecto americano da para cinco años, ya llevan dos, durante los cuales se vislumbra un horizonte nítido en caso de que se consiguiera volver pronto a primera división. El club soportaría el reingreso inmediato a Segunda A y un plazo de dos temporadas para recuperar su status, el único camino viable para reintegrar la inversión realizada. De no ser así, las pérdidas seguirían incrementándose en proporción semejante a la impaciencia de los accionistas, con las consecuencias lógicas para quienes les vendieron la moto. O no. Después de lo sucedido el pasado mes de junio, no hay nada que pueda sorprendernos.


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