Un día más, al despertar cojo la prensa, Mallorcadiario.com, canal 24 horas… y comienzo a ver que otro huracán ha despertado y los muertos y daños materiales asoman nuevamente al Atlántico.
La República Dominicana, Puerto Rico…avanza rápidamente, llevándose todo lo que encuentra a su paso.
Antes fue el Huracán Irma, el José… y así se suceden uno y otro.
No menos importantes los terromotos que asolan México, dejando centenares de víctimas, de tragedias familiares, desabastecimiento por donde pasa….
Pareciera que el mundo se ha vuelto loco y que Dios, desde arriba ha gritado que “basta ya”, que esto tiene que acabar de alguna forma.
Al otro lado del mundo la crisis que algunos dicen desaparece, pero que lo que realmente está creando es un mundo de sinrazón a nuestro alrededor.
Familias destrozadas por no saber cómo llegar a final de mes, problemas laborales, macroempresas que de la noche a la mañana cierran y dejan en la calle a miles de personas, como ocurre con Airberlin y otras empresas en todo Europa.
Y pareciera que una mano divina, alguien o algo está enfadado con nosotros por lo mal que estamos haciendo las cosas y por no ser capaces de solucionar nuestros problemas, por no ayudarnos entre nosotros, por nuestro egoísmo y nuestro poco amor propio.
El mundo se derrumba voluntaria o involuntariamente, no obstante, algo está en la atmósfera que hace que cada vez sea más complicado subsistir.
Los pueblos se destruyen entre ellos, las familias se disgregan y la tierra tiembla.
¿Acaso alguien puede parar esto?, me pregunto.
Por mi profesión, tal vez soy más consciente del sufrimiento de todo el mundo que el resto, tal vez soy más sensible a la tragedia ajena, ya que lo veo cada día a mi alrededor y las personas me cuentan el dolor de sus almas.
Si pudiera por una vez tener línea directa con el cielo preguntaría: ¿qué podemos hacer desde aquí para solventar tanto dolor y tanta crispación?, ¿cómo podremos sobrevivir a todo esto?.
Pareciera que la evolución comienza a hacer la limpieza que nosotros somos incapaces de hacer y que se toma la justicia por su mano y nos arrebata la vida de forma natural, sin que seamos conscientes casi de esto.
En un mundo superpoblado como el nuestro, ¿qué podemos hacer para solventar tanto dolor, que dependa de nosotros?.
Hemos invadido tal vez, tierras ganadas a la naturaleza, edificado sin ton ni son, hemos creado ciudades y poblaciones donde no debiéramos o tal vez es mucho más sencillo.
Tal vez, solamente es Dios que nos grita: ¿Cuándo seréis conscientes de toda la maldad que hay a vuestro alrededor?.
La tierra llora y con su llanto se lleva la vida de cientos de personas que desaparecen sin dejar huella.
¿Estamos viviendo el comienzo de otra Edad Media?.
Simplemente reflexiono mientras la vida a nuestro alrededor desaparece y pareciera que Dios si juega a los dados con nuestras vidas….